Calificar Limbo como solamente un juego seria muy injusto, es en realidad una experiencia, que desde el momento que comienza genera un puente directo a nuestros sentidos. Todo el diseño audiovisual de Limbo es un locura.
Limbo recrea en gran parte los juegos de hace dos décadas, en cuanto a la sencillez de control, es un plataformas de fácil manejo en el cual deberemos hacer cosas dificiles. Con sus gráficos en blanco, negro y grises, acompañado de sonidos de fondo que no son mas que ruidos ambiente de cosas que golpean a lo lejos, o agua que corre, Limbo nos recrea una atmósfera pesadísima, que consigue ponernos tensos y alerta de todo lo que quizás este por pasar, para luego sorprendernos con algo que no esperábamos.
Nada de lo que te cuenten, puede expresar la sensación de jugar Limbo, hay que jugarlo, nadie debe negarse a la magia negra de Limbo.
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